Tiempo.

Tiempo. Me pides tiempo, y es lo que no tengo. Necesitas tiempo para olvidarme, y en ese olvido recordar que me amabas. Tiempo. ¿No te he dado el suficiente tiempo ya? ¿No te he regalado acaso mis mejores amaneceres en otros ayeres? ¿No han sido suficientes las horas que te he dedicado, los minutos que te he esperado, cada segundo que te he pensado? Tiempo. Tiempo es lo que no hay. Tiempo es lo que se va, se gasta, se acaba, se agota, y todo se lleva. 

Tiempo quieres, tiempo te doy. Tiempo disfrutas, tiempo sufro. Tiempo gastas, tiempo espero. Tiempo ríes, tiempo lloro. Tiempo descansas, tiempo me agota. ¿Cuanto tiempo es tu "tiempo"? He buscado en todas las medidas y unidades de tiempo cuánto tarda "un tiempo", y no lo hallo. ¿Qué significa ese tiempo? ¿Qué querrás con ese tiempo? ¿Qué harás con ese tiempo? ¿Con quién invertirás o malgastarás todo ese tiempo? Tiempo que pudiste invertir -o malgastar- conmigo. Pero no soy suficiente, no soy digna de que malgastes tu tiempo conmigo, así que prefieres malgastarlo en algo más. Más placentero, más tranquilo, con más calma y menos tormenta, más sol y menos noche, más tibio y menos cálido, más sereno y menos emocionante, más cuerdo y menos loco... más ordinario y menos extraño. Porque yo ardo, lluevo, lloro, quemo, calcino, mato, revivo. Soy una montaña rusa de emociones. ¿Te has cansado ya de la adrenalina? ¿Te ha hartado ahora lo que un día te cautivó? 

Yo no quiero tiempo si no es para gastarlo contigo. No quiero espacio, si no estás en él. No quiero llantos, quiero risas. No más dudas, quiero certeza. No más incertidumbre, quiero seguridad. No más juegos, quiero confianza. El tiempo me agobia y me retuerce las entrañas. El tiempo pasa contigo, o sin ti. Eventualmente el tiempo en mi vida pasará, de hecho, está pasando y no estás. El tiempo todo lo borra, todo se lo lleva. Con el tiempo todo olvido, todo supero. El tiempo duele porque me quita, pero también el tiempo me sana porque arranca y libera. El tiempo me hace no pensarte, ni extrañarte. El tiempo sigue pasando mientras lees esta entrada, es más, ¿por quién empecé a hablar del tiempo?


Tiempo querías, tiempo te di. Por tiempo clamabas, y con el tiempo me perdí.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Luto.

Carta a un amor perdido

No es amor