Carta a un amor perdido

Prometí no volver a escribir sobre ti. Prometí no volver a recordarte. Prometí enterrarte en la fosa del olvido y de los amores perdidos, y ahora mírame, aquí estoy una vez más pensando en ti y evocando tu nombre, tu cara, tu sonrisa, tu cuerpo, tus carcajadas, todos los momentos que estuve junto a ti y fui feliz. Sí, sé que prometí no volver a hacerlo, pero... ¿cómo olvidar a la única persona que me ha hecho sentir realmente viva? ¿Cómo olvidar al único ser que me ha hecho sentir la adrenalina, que me hizo flotar con cada caricia y volar con cada beso? ¿Cómo olvidar al único personaje que me ha hecho salir de mi zona de confort; que me ha llevado a lo extremos, y me enseñó lo que era hacer locuras? No señor, eso no se olvida. Quizá te supere, quizá me desenamore, pero olvidarte JAMÁS.

Realmente no voy a mentirte. No solo no puedo, sino que NO QUIERO olvidarte. Me aferro a tus recuerdos. Cada vez que siento que no doy más, que me siento vacía, sola, triste, y sin un rumbo concreto en el mundo, recuerdo que existen seres como tú, que son capaces de hacerme sentir todo lo que me hiciste sentir, y de inmediato me dan ganas de vivir; me da fuerzas para mantenerme en pie de lucha, para seguir buscando alguien como tu, o por lo menos esperando que me llegue. Quizá eso sea imposible; digo, lo más probable es que sí, quizá encuentre alguien bueno, cariñoso y compatible conmigo, pero como tu jamás. Como tu no hay más, como tú no hay dos.

No sé si yo también te hice sentir así, o al menos un quinto de todo lo que tu me hiciste sentir a mí -espero que sí- pero si no, igual no quiero más sino darte las gracias. Gracias por los momentos, por los recuerdos, por los instantes que me regalaste, que aunque no todos fueron bellos y de ensueño, y muchos de ellos me hicieron apenar, llorar, sufrir y hasta molestar, simplemente han sido los mejores de mi vida, y lo han sido porque fueron contigo y por ti. No me importa lo que en estos momentos sientas por mi, yo solo quiero decirte que has sido el amor de mi vida. Sí, así como lo oyes. (Si, si, ya sé que este no es mi estilo, tu sabes, lo cursi, pero eso es lo que me inspiras).

 Y por último, quería decirte que te dejo ir, que te libero de mi. Que quiero que emprendas tu vuelo y llegues alto, que seas feliz, que ames y que encuentres a una persona que te merezca y te alegre la vida, o que no, pero igual que te llene, que te haga sentir, que te haga vivir, justo así como me hiciste sentir tu a mi. No te ato más a mi y a mis recuerdos. Ve, vuela, no te preocupes por mí, sufriré pero ya se me pasará, igual ya sabía que estas cosas pasan.

Liberándote, yo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Luto.

No es amor