Adiós.

Han pasado 60 días y  59 noches, pero lo he sentido exageradamente como mucho más, no he sabido de ti desde aquella noche. ¿Qué dije? ¿Qué hice? Recuerdos nublados por el alcohol y la oscuridad, por la música y la multitud, el sueño y la confusión. No recuerdo bien que ocurrió, que pasó, por qué desapareciste, por qué te fuiste de mi vida, y te me escapaste de las manos… otra vez.

Tengo el presentimiento que no vas a volver, que te perdí, que ya no seremos. Nunca lo hemos sido pero tenía la esperanza de que sí. Lo arruiné. Otra vez.  Nunca puedo hacerlo bien, a mí no me enseñaron. Siempre soy un desastre. Daño lo que está hecho, y no sé construir nada. Perdón, no sé cómo hacerlo de otra manera. Quisiera ser una de esas chicas que, ya sabes, solo conocen personas y viven una bonita historia, se enamoran, se presentan con los papás y colorín colorado. A mí nunca me ha pasado, no sé si me pasará.

Quizá “el amor”, o no, más bien, “las relaciones sentimentales” no se hicieron para mí. Daño el momento, huyo, escapo, digo cosas inapropiadas, soy indiscreta e imprudente. Me cuesta ser bonita y tierna, amo el alcohol y ver el sol salir mientras el mundo me da vueltas. Me da cierta tranquilidad, me reconforta, hago lo que se me da la gana y luego lo olvido, no hay penas ni vergüenzas, no soy responsable de mis palabras fuera de lugar y mis acciones equívocas.

No me voy a arrepentir nunca de ser quien soy, ni de hacer lo que hago. Pasó, se disfrutó, murió. Me voy tranquila y oronda, sabiendo que nunca voy a poder ser la chica que flecha corazones y se queda con todos. No soy la one and only de nadie y no pretendo serlo. Voy sola, liviana, tranquila. Riendo, llorando. Cantando, bailando. Viviendo y muriendo cada día.

Soltar amores también son cosas que me pasan.

Tomando flor de jamaica, yo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Luto.

Carta a un amor perdido

No es amor