Quiero conocerte.

Hace unos meses conocí a alguien. A simple vista no llamó para nada mi atención, pero después lo oí hablar, y no solo lo oí, yo lo escuché. Y la forma en que hablaba, los gestos que hacía, las cosas que decía... todo, absolutamente todo de él, me pareció fascinante.

Quise acercarme a él, ya sabes, conocerlo. Pero no como se conocen dos personas que acaban de presentarse, sino en verdad CONOCERLO, saber qué hay debajo de su piel, en su mente, en su alma, en su corazón... pero no pude. Lo he visto reír, pero no he sido su motivo; lo he visto llorar, pero no he podido consolarlo; lo he visto bailar, pero no conmigo; lo he visto derrumbarse, pero no he podido ayudarle a levantar; y lo he visto solo ser él, pero de la manera que todo el mundo lo ha visto. Yo quiero saber el motivo de sus actitudes, quiero conocer sus gustos, sus intereses, quiero que ría de mis chistes, que me cuente sus problemas, que llore en mi hombro para besarle la tristeza, quiero abrazarlo hasta sentir que somos uno, quiero en serio, realmente conocerlo, y saber de una vez por todas si en verdad me gusta su ser, o es solo una idealización más.

Debo reconocer que verlo tan distante, tan alejado, tan prohibido, me quema el alma, me apuñala el pecho, y me ahoga la respiración. A veces creo que me mira, a veces lo siento sonreírme, pero no puedo reaccionar, no logro decir nada, yo solo me quedo allí, auscultando su ser, impenetrable, imperturbable. Debe pensar que soy algo loca, ni siquiera cuando ha tratado de conversar conmigo he logrado ser consecuente y coherente con lo que me pregunta. Lo siento, estar bajo su mirada es una ansiedad de otro nivel. Probablemente él ya sepa que me interesa, creo que "obvia" no es la palabra exacta para lo que he sido, creo que es mucho más que eso, pero aún así, él no intenta acercarse de la manera que quiero, ya sabes, para conocerme bajo la piel, no solo conocerme como todo el mundo me conoce y eso me desmorona por dentro, porque siento que con cada día que pasa y no logro conocerlo, un trocito de mi corazón se va regando por ahí, en las gavetas olvidadas de los pasillos de su indiferencia.

 Lo cierto es que cada día me pesa más y me llena de ansiedad el hecho de que aún siga siendo un desconocido para mí, y yo una desconocida para él. No sé bien como explicar lo que siento cuando lo veo, es muy extraño, yo solo sé que me gusta, no sé si como amigo, como compañero, como novio... pero el en sí, como persona me gusta, y decidí escribirlo porque creo que es un caso perdido, uno más de mis amores fugaces, poco probables, no realizados, y asesinados antes de siquiera respirar.

Enamorarme sola solita también son cosas que me pasan.
Yo.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Luto.

Carta a un amor perdido

No es amor